Enfermedades que se pueden tratar
La natación es especialmente efectiva en el caso de personas que sufren de enfermedades reumatológicas, quienes tienen lesiones deportivas como hernias discales o lumbalgia, enfermedades cardiacas, neurológicas y enfermedades respiratorias como el asma, entre otras.
Esto se debe a que al ser un deporte en el agua, se ejerce menos presión sobre las articulaciones de la columna y la cadera. Además, hay una carga uniforme para el desarrollo muscular, activa el sistema circulatorio producido por la acción térmica y ayuda a la relajación muscular.
Por otro lado, este deporte también nos ayuda a aumentar el tono muscular y mejorar la postura, lo cual tiene un efecto agregado de influir en la prevención del estrés. Para lograrlo, esta actividad debe practicarse en forma constante, como mínimo tres veces por semana.
Por último, en caso de que la persona esté imposibilitada y no pueda nadar, se recomiendan las terapias de inmersión, en donde la persona es sumergida en una piscina en donde realiza todo tipo de movimientos con la ayuda de un terapeuta. En estos casos la temperatura debe estar por encima de los 30 grados centígrados, de esta forma se mejora la circulación sanguínea y una mayor relajación.
Sin duda la natación es un ejercicio al que se le puede sacar gran provecho y de esta forma cuidar de nuestra salud.
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